¿QUÉ TANTO TE PARECES A JESÚS?

Debes preguntarte ¿de quién soy? para descubrir a quién te pareces más. Así mismo preguntarte ¿quién soy? y encontrar el ADN que llevas por dentro, lo que implica el propósito de vida.

Todo ser humano, como ser creado no goza de autonomía en ninguna de las áreas de su subsistencia ni aún en lo biológico, ya que necesita de otras especies y órdenes de la naturaleza para su simple existencia; menos en el aspecto abstracto, que incluye sentimientos, pensamientos y en lo más profundo y maravilloso que es lo espiritual. Sin embargo, Dios, en los orígenes de la especie humana, puso en Adán su misma imagen y semejanza sin egoísmo ni temores: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27). Uno de los significados de ser creados a imagen de Dios es la capacidad única de la humanidad de tener conciencia moral y racional. Dios hizo que los humanos fueran inherentemente diferentes de los animales. Él construyó en nosotros algunas de sus propias cualidades; compartimos con él la experiencia de la personalidad, la verdad, la belleza, el significado, la voluntad y la razón. Estos atributos nos permiten relacionarnos con Dios en formas que otros seres creados no pueden.

¿Qué tanto te pareces a Jesús? Si quieres parecer más a Jesús debes tener un corazón motivado para servir con humildad, una cabeza que se alinea a sus propósitos, unas manos que sirven sin esperar nada a cambio y hábitos saludables que representan la conducta pública. Cuando las cuatro áreas estén relacionados, el resultado será un nivel extraordinario de lealtad, confianza y productividad. Pero cuando éstas áreas no están vinculadas adecuadamente, el resultado será frustración y desconfianza en todos los campos de la vida.


En el escrito de Ken Blanchard y Phil Hodges: Un Líder como Jesús; abordan cuatro áreas (corazón, cabeza, manos y hábitos) principales para parecer más a él, lo cual todo líder debe imitar y seguir.

Parecer a Jesús en el asunto del corazón

Parecer a Jesús es vivir e imitar su corazón sirviendo con humildad, lo que conlleva una motivación de servir a los demás sin intereses mezquinos. Marcos 10:45 expresa “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y dar su vida en rescate por Muchos”. La pregunta del corazón que Jesús hace es: ¿Eres un líder siervo o un líder para servirte a ti mismo?


Parecer a Jesús en el asunto de la cabeza

La cabeza, examina todas las creencias y teorías como expresa Colosenses 2:6-10. Parecer más a Jesús es vivir en él, arraigados y edificados conforme la enseñanza de Su Palabra. Tener la cabeza de Jesús es rechazar las vanas y engañosas filosofías que siguen tradiciones humanas, las que va de acuerdo a los principios de este mundo y no conforme a Cristo. Parecer más a Jesús es vivir en Él reconociendo su poder y autoridad.


Parecer más a Jesús a través de las manos

Lo que abunda del corazón y de la cabeza es lo que la sociedad experimentará y observará a través de las acciones, es decir la praxis con las manos. Debes recordar el ejemplo de Jesús, acciones de servicio que marcaron la vida de aprendizaje de sus discípulos cuando se ciñó una toalla y se aprovisionó de un lebrillo para lavar los pies de ellos (Juan 13:3-5). Así debe ser tu vida de servicio a través de las manos si quieres parecer más a Jesús.


Parecer más a Jesús en los hábitos

Como persona comprometida con tu empresa, negocio, estudios y en especial tu vida espiritual, debes fortalecer tus hábitos como lo hacía Jesús en su vida terrenal. Cada día se adicionan presiones sociales, pruebas y tentaciones a enfrentar. ¿Cómo recargó Jesús su energía y su perspectiva de siervo? ¡por sus hábitos! A través de sus patrones de vida y oración, del conocimiento de la voluntad de Dios expresada en Su Santa Palabra. Jesús pudo refrescarse o renovarse a sí mismo constantemente a través de los hábitos. Pablo, con convicción y certeza de parecer más a Cristo expresa en 1 Corintios 11:1 “imítenme a mí, como yo imito a Cristo”. Cristo es el ejemplo supremo, el apóstol sigue el ejemplo de Cristo, los creyentes deben seguir el ejemplo del apóstol. Tener el hábito de una vida llena de oración, santidad, humildad y servicio.


Si quieres parecer más a Jesús responda las siguientes preguntas claves: ¿Estás dispuesto a imitar más a Jesús como tu modelo de vida en el asunto del corazón, cabeza, manos y hábitos? ¿Cómo puedo vivir como Jesús?


Escrito por Samuel M. Gaspár
Pastor y Músico Adorador

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