¿CÓMO PUEDO HACER FELIZ A DIOS?
El escritor Juan expresa en Apocalipsis 5:11-14 Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones. Cantaban con todas sus fuerzas: «¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!» Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: « ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!»
El término griego ἔπαινος se usa para describir la alabanza a Dios, lo cual el Diccionario Teológico define como el «acto de expresar aprobación, admiración o elogio.» Para los cristianos, alabar a Dios es un acto de honrar y adorar, de levantarlo a Él por encima de todos los demás y glorificar su nombre. La alabanza nos acerca a Dios, ya que nos despierta espiritualmente y sirve como una conexión entre el Señor y nosotros.
Jim Burns resalta que la alabanza:
- Libera el poder de Dios.
- Es nuestra expresión de gratitud por sus valientes actos de poder y su extraordinaria grandeza.
- Libera tu vida en las manos de Dios.
- Libera el Espíritu Santo dentro de tu vida.
- Libera tu espíritu a cantar de Su impresionante grandeza.
Dios se deleita en la alabanza de su pueblo. Recordemos las palabras de Jesús habló en contra de los fariseos, que glorificaban a Dios en apariencia, pero dentro de sus corazones eran callosos y se centraban en su propia agenda. Debemos venir ante el Señor y vivir una vida de alabanza: una vida en la que no sólo nos arrodillemos ante el trono de Su Gracia, sino tener una vida de alabanza continua, acciones diarias, actitud, y condición del corazón. Nuestra adoración va mucho más que cantar, es una oportunidad para acercarnos a Dios, una necesidad para cualquier persona que busca la verdadera intimidad con Él.
Escrito por Samuel M. Gaspár
Pastor y Músico Adorador
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